Las 6 claves que explican la evolución de la economía española en 2016
Se acaba el año y es momento de hacer balance de lo que ha dado la economía y el sector empresarial de sí en estos últimos doce meses. Aunque en el momento del envío de esta newsletter todavía no están confirmadas las previsiones del Gobierno para el cierre del ejercicio, sí aportamos datos relevantes que permiten realizar un análisis de cuál ha sido la evolución del escenario macroeconómico, además de incluir datos reales y cerrados.
Para tener una visión global y lo más completa posible del panorama, hemos centrado el balance en 6 áreas o indicadores, que son los que habitualmente emplea el Ejecutivo español en sus informes para economías e inversores extranjeros.
España crece más que la zona euro. El Producto Interior Bruto (PIB) español se ha expandido a una tasa muy positiva y cerrará el año, según el Gobierno, en un previsible 3,2%. Hasta ahora ese crecimiento ha cumplido con el guion y en el tercer trimestre la tasa interanual se incrementó en un 3,2%. Esta evolución ha sido mejor que la del conjunto de los países de la zona euro (+1,7%), que son nuestros socios comerciales más importantes e inmediatos.
Un 12,9% más de empresas. 2016 ha sido un buen año para la creación de sociedades mercantiles, al menos lo que demuestran los datos del Instituto Nacional de Estadística hasta septiembre. Al cierre del tercer trimestre, se habían creado 78.689 empresas y 15.142 habían sido disueltas, lo que arroja un saldo neto de 63.547 sociedades constituidas, un aumento del 12,9% respecto al mismo periodo del año anterior.
El paro, por debajo del 20%. Es la gran hidra a la que se sigue combatiendo y 2016 ha servido para reducir el nivel de desempleo, pasando de una tasa de paro del 21,2% en el tercer trimestre de 2015 al 18,9% en el mismo periodo de 2016. Aunque hay datos menos positivos, como un mayor descenso de la población activa y la mejorable calidad de los ocupados, el ritmo de reducción del paro ha sido superior en este ejercicio, con una bajada del 10,9% en el tercer trimestre de 2016, frente al -10,6% del año anterior y con todos los trimestres con descensos mayores que un año antes. No obstante, la previsión de La Moncloa para el cierre del ejercicio es una tasa de paro del 19,6%.
La demanda interna, el gran impulso. La economía española depende enormemente de la demanda doméstica, que aporta más del 50% del PIB y su contribución ha sido positiva en 2016, compensando el menor empuje del sector exterior. La mejora del empleo y de la evolución expansiva de la economía han permitido ese aumento del consumo interno, que cerrará previsiblemente el ejercicio con un avance del 3,1% (contribución al PIB).
Bajada del déficit comercial. Nuestro país ha dado un gran empujón al sector exterior desde que empezó a notar los efectos de la crisis en 2008. En contraste con el comportamiento del conjunto de la economía, las empresas han salido más al exterior y con un mayor volumen de negocio, pasando de los 145.624 millones de euros exportados en el tercer trimestre de 2008 (datos acumulados) a los 188.485 del mismo periodo de 2016. En este ejercicio la evolución ha sido positiva, aunque con una desaceleración de su crecimiento debido, en gran medida, al menor dinamismo de nuestros socios comerciales preferentes, cuyas demandas domésticas no han tenido el empuje de la española. Por otro lado, nuestras importaciones han aumentado por encima de la tasa de crecimiento de las exportaciones por ese avance del consumo interno, aunque el déficit de la balanza comercial se redujo un 29% hasta septiembre.